Desde que el sábado 2 de mayo se permitieron las salidas para practicar deporte, hay una actividad que repunta sobre el resto: la práctica del running. En el contexto de pandemia y en la actual situación de desconfinamiento, se trata de un deporte eficaz tanto para encontrar la excusa perfecta para salir de casa, como para perder los kilos de más que se han ganado durante el encierro. Una actividad que además, con las debidas precauciones, reporta numerosos beneficios a la salud.
A los consejos deportivos para evitar lesiones a los corredores noveles, se han unido algunas recomendaciones en relación a la situación de pandemia; como la advertencia de guardar, e incluso incrementar la distancia de seguridad corriendo en diagonal al resto de deportistas y, en caso contrario, la recomendación de llevar mascarilla, entre otras.
Incluimos una serie de recomendaciones del doctor Victor Charoenrook, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer, para reconocer qué dolencias y molestias oculares son habituales en la práctica del running; y algunos consejos específicos de equipamiento para incrementar a la seguridad y mejorar la experiencia:
Gafas que cubran los laterales
Esta
equipación permite a los deportistas protegerse en sentido amplio: “Al
correr al aire libre los ojos están expuestos a la climatología; al
calor o al frío, al viento o incluso a hojas o partículas en el
ambiente. Ahora también debemos protegernos de las microgotas y
aerosoles expedidos por otros corredores al respirar, que pueden ser
fuente de contagio del Covid-19 y lamentablemente no solo afectar a
nuestra salud visual”, comenta el doctor.
Lagrimeo, visión borrosa e irritación
“Al correr, la corriente del aire puede aumentar la evaporación de la lágrima natural de nuestros ojos, provocando sequedad ocular. El lagrimeo reflejo causado por los ojos al secarse, el escozor y la visión borrosa son los principales síntomas de esta dolencia y, durante la práctica de esta disciplina pueden ser consideradas como normales. Sin embargo, estas complicaciones se solucionan de forma eficaz con el uso de gafas, que nos protegen de los factores ambientales externos”, asegura Charoenrook. “Con el calor, el sudor puede caer desde la frente hacia dentro de los ojos, provocando escozor e irritación. También se debe llevar gorra o cinta en la frente para evitar que el sudor entre dentro de los ojos”, apunta el especialista.
No frotar los ojos
“No se deben frotar los ojos ya que las manos también sudan y podemos introducir el sudor en los ojos o incluso provocarnos deformaciones en la córnea”, explica el doctor. Esta advertencia está más vigente que nunca ya que “los ojos son una fuente de contagio del Covid-19 y un punto sin protección en muchas ocasiones. En caso de tocarnos inadvertidamente los ojos es conveniente realizar un buen lavado con suero fisiológico o lágrimas artificiales sin conservantes para intentar eliminar en lo posible la presencia de virus” apunta el oftalmólogo.
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