Tras 30 años sin actividad salinera, esta primera cosecha supone un primer gran paso para la recuperación de este uso tradicional, que podría extenderse a la totalidad de las salinas.
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ANSE recoge estos días la primera cosecha de flor de sal de las salinas de Marchamalo, al sur del Mar Menor (Murcia) y junto al inicio de La Manga, transcurridos 30 años desde que se abandonara la actividad salinera. La actividad forma parte del proyecto Resalar, en el que participan WWF España e IEO, y cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad.
Los trabajos de restauración de las salinas tan solo pudieron desarrollarse durante los meses de marzo y abril, debido al retraso en las licencias y autorizaciones de diferentes administraciones, y el inicio de la temporada de cría de aves acuáticas. Además, apenas se han podido acondicionar menos del 20 % de la superficie de las salinas orientales (o viejas) de Marchamalo. No obstante, el sol y el viento han hecho su trabajo sobre el agua del Mar Menor y millones de cristales de sal flotan sobre la superficie de algunas de las charcas cristalizadoras, donde se recogen manualmente por trabajadores de la asociación.
El manejo de las charcas salineras es aún provisional, y se han detectado diversos problemas de filtraciones entre charcas, o colmatación de otras por acumulación de sedimentos, por lo que no se pueden inundar. Sin embargo, el trabajo del personal de ANSE, y del resto de socios del proyecto (IEO y WWF España), y el acertado asesoramiento y entusiasmo del personal de Salinera Española podrían lograr también, si la meteorología sigue acompañando, la obtención de una cosecha de otras sales convencionales, además de la flor de sal.
Fuente y fotos: WWF
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