Y
las consecuencias del uso de equipos de protección individual (EPIs) ya
se están materializando en las consultas dermatológicas. El cuadro que
presentan los pacientes actualmente corresponde a brotes de dermatitis
provocados por el aumento de sebo en las glándulas de la piel, debido al
uso de mascarillas, según afirma la Academia Española de Dermatología y
Venereología.
“En
estos últimos meses, se ha experimentado un incremento del número de
pacientes en las consultas de dermatología” comenta el Dr. Alvar Ocano,
gerente médico en Aegon. “La mayoría de los pacientes acuden con
alteraciones cutáneas en el rostro y en las manos, como dermatitis de
contacto irritativa y exacerbaciones de enfermedades preexistentes tales
como acné, rosácea, dermatitis seborreica, dermatitis atópica y
urticaria por presión”.
En
concreto, el uso prolongado de las mascarillas puede provocar sequedad
en la piel, heridas o rozaduras, eccema de contacto, urticaria y
empeoramiento de enfermedades ya existentes. “Estas reacciones son más
frecuentes con mascarillas auto filtrantes, ya que se adaptan mejor a la
cara y ejercen una presión u oclusión mayor. Pero, también pueden
ocurrir con mascarillas quirúrgicas, que son más utilizadas por la
población general” afirma el experto de Aegon.
Lavarse las manos con agua y jabón
Evitar el uso de maquillaje
Hidratar la piel frecuentemente
Uso adecuado de las mascarillas
Acudir al dermatólogo ante nuevas o extensión de las lesiones
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