Domingo 10 de junio de 2012, mediodía, y 35 grados de temperatura. Como aficionada estoy en el campo de fútbol de El Rubial de Águilas para presenciar el partido de vuelta del playoff de ascenso a 2ª división B, entre los equipos del CDA Águilas y Portugalete FC.
Hoy hemos visto todos lo que allí estábamos, creo que más de 2.000 personas, algo más que un partido de fútbol. Hemos visto a 22 jugadores que han luchado hasta la extenuación, ante la adversidad, 22 hombres que han logrado emocionarme.
He de confesar que soy aguileña y que el solo hecho de ver en mi equipo jugadores nacidos en mi pueblo es un orgullo para mí. Solo con eso. Pero si además estos hombres juegan, sufren, se crecen ante los inconvenientes y derrochan hasta la última gota de sudor por dejar el nombre de su pueblo donde se merece, más aún, mi orgullo se multiplica.
Esta mañana ha sido uno de esos días: once aguileños, sufriendo las inclemencias del tiempo, soportando calor, mucho calor, calor húmedo, insoportable. Con un jugador menos durante cuarenta y cinco minutos de partido, contra un equipo enfrente aguerrido, luchador y noble, como buenos vascos. Esos once jabatos se han dejado la piel, han luchado simplemente por amor a sus colores, por amor a su pueblo, por amor a sus gentes, por nada más.
Esa es la mejor publicidad que se le puede hacer a un pueblo, esa de la que muchos políticos intentan apoderarse, la de estos chicos. Ellos sí que aman a su tierra y lo han demostrado y lo siguen demostrando y pasean el nombre de Águilas por todos los lugares de España, a través de prensa, radio y desgraciadamente poca televisión, y sobre todo, lo hacen con su presencia, con su humildad y su saber hacer.
Orgullosos estamos de vosotros, pase lo que pase, lleguemos donde lleguemos. Lo que habéis demostrado a lo largo de estos dos últimos años, difícil será de igualar y más aún de superar. Enhorabuena muchachos, me siento orgullosa de ser paisana vuestra y que seáis ilustres embajadores de este pueblo por esas tierras de España.
Un orgullo que quiero hacer extensivo a la afición portugaleja, tanto la que estuvo en Vizcaya como a la que presenció el partido en nuestro pueblo (algo más de 80 personas). Tenéis un gran equipo, digno representante de vuestro pueblo. Habéis demostrado ser un club señor, preocupados por nosotros y por el equipo en la ida y caballeros en la vuelta. Enhorabuena, Portugalete.
No quiero terminar sin hacer un llamamiento a la afición. Esto difícilmente se podrá repetir, insisto, disfrutemos. Hacer lo que estos aguileños han hecho no es fácil. He dicho bien TODOS AGUILEÑOS, porque Raúl tú eres aguileño y tú mister lo eras desde hace mucho tiempo. TODOS DE ÁGUILAS.
Nos queda una eliminatoria, disfrutémosla.
FELICIDADES A TODOS Y GRACIAS POR EMOCIONARME. (Una aficionada aguileña)
(Escrito enviado a nuestro correo electrónico)
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