La
alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, y la edil de Servicios Sociales,
María Dolores García, visitaron ayer, junto a la presidenta del Centro
Ocupacional Urci, Josefa López, a los pequeños que están participando en el Respiro
Familiar que por quinto año consecutivo ha puesto en marcha el Ayuntamiento. Un proyecto consistente en la apertura de una escuela de verano
durante el mes de julio dirigida a niños y niñas con discapacidad.
“Este
proyecto nació del compromiso adquirido con los padres y madres de estos niños que,
durante el verano, cuando sus centros de procedencia cierran sus puertas necesitan
una alternativa lúdica y educativa que pueda dar respuesta a sus necesidades”,
aseguraba la alcaldesa.
Se
trata de un programa que tiene un doble objetivo. Por un lado, fomentar entre
los niños y niñas la adquisición de los beneficios que el ocio reporta, como
son el bienestar emocional, la potenciación de las relaciones interpersonales y
la inclusión social y, por otro, ofrecer un respiro para las familias que en su
mayoría encuentran enormes dificultades, cuando los colegios de estos niños y
niñas cierran, para conciliar la vida laboral y familiar.
El programa cuenta para su desarrollo con
cuidadores perfectamente formados para el desempeño de esta labor e incluye,
entre otras actividades, excursiones, salidas a la playa y la piscina y
talleres de manualidades y psicomotricidad. Además, cabe señalar que cuenta con
un servicio de enfermería que estará activo durante todo el tiempo en el que
los niños permanezcan en la escuela de verano.
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